domingo, 20 de julio de 2008

Relato de un día inolvidable

Ayer sábado será un día que tardaré en olvidar. Día de muchos kilómetros pero de emociones fuertes e intensas. Hay momentos en los doy gracias a Dios por haberme traido aquí de nuevo, y ayer viví varios de esos.


La imagen que veis es el logo, digamos, del grupo cultural Cruz del Sur. El año pasado entramos en contacto con ellos porque trabajan con pibes de la villa 21 donde Luis y yo trabajabamos. Durante nuestras múltiples conversaciones nos iban explicando que trabajo realizan ellos en las distintas villas de Bs As y en pueblos de la provincia.

Este grupo trabajo con niños, acercándoles el arte y la música, a la vez que trabajan valores tan importantes en los lugares donde viven, en los que la ley de la calle manda con todas sus consecuencias. Nos comentaban que sus principales inconvenientes era la compra de materiales, ya que son bastante caros por aquí. De ahí que nos decidieramos a elaborar un proyecto que la delegación de Sevilla de Fundeo intentaría sacar adelante durante este último curso. Afortunadamente gracias a la aportación de mucha gente en nuestro colegio pudimos completar la financiación de este proyecto que les permitía tener materiales para un año y medio. lo que ellos aprovecharían para crecer en villas y poder acceder a mayor número de niños.

Durante todo este año me mantuve en contacto con ellos a través del mail. Quedamos, una vez confirmado que volaba hacia Argentina, que quedaríamos un día completo en el que me enseñarían una parte de sus actividades y talleres. Ese fue el día de ayer....


El día comenzó temprano. A las 9 de la mañana ya me estaban recogiendo en la villa 21. Vinieron a por mi, el creador del grupo Damián y Colo, un chaval de 19 años que ya está llevando talleres en villas. Al pobre le robaron la semana pasada y le pegaron una paliza cuando se dirigía a una de las villas donde realiza su trabajo. y él sigue ahí erre que erre, con dos cojones.

Nos ibamos a dirigir en primer lugar al barrio de la Boca. Este barrio es muy popular por el equipo de fútbol (Boca junior) y su estadio (La Bombonera), y por una pequeña parte turística (Caminito). Por lo demás es un barrio muy humilde, muy estropeado por el paso del tiempo, y en algunos lugares incluso peligroso.

En este lugar este grupo trabaja con veintiún niños que viven en siete familias que tomaron un antiguo banco ya abandonado hace siete años. Allí viven como pueden, entre ratas y demás asquerocidades, pero tienen un techo que los protege, como ellos mismos dicen. Aquí el grupo se dedica a iniciar a los chicos a la pintura con temperas y acuarelas, a la vez que cantan, bailan y les dan de comer chocolate caliente y galletitas. Para muchos de ellos es la única comida del día.

Las imágenes muestran el lugar y las condiciones en las que viven. Opinar vosotros mismos.


Me contaron muchas cosas muy interesantes. Yo os voy a comentar sólo una de ellas para que os hagáis una idea de la realidad de aquí y lo que ocurre diariamente. Cuando llegué fueron saliendo muchos de los adultos que estaban en el interior de "sus casas". Nos íbamos saludando y los iba conociendo a todos. Ya al final, Damián le comentó a una de las madres que avisara a una niña adolescente que aún no había salido. También me la presentaron. Posteriormente ya en la calle me contó que la están guardando para evitar que sea violada por alguno de los padres de las otras familias. Esta niña tiene 13 años. Incluso la madre temía del padre, por lo que siempre estaba encima de ella. Estas historias son diarias y raro es el día que no me cuenten cosas por el estilo.


Una vez visitamos el lugar, donde estuvimos un par de horas, agarramos un colectivo (autobús urbano) y nos fuimos a la Villa Los Rios, situada junto a Villa Soldati. Allí tenían a otro integrante del grupo, Roberto, trabajando con más niños. Las fotos que aparecen a continuación son ya de este lugar. Aquí viví momentos impresionantes. Me cuesta mucho transformar en palabras muchas de las emociones y sentimientos que sentí y viví durante este día, y en estos lugares. No me arrepiento nada de estar aquí, a pesar de que conviva también con lo peor del ser humano, pero te sirve para percibir como incluso en estos lugares hay personas que luchan por los demás, que arriesgan sus vidas y lo dan todo por lo que creen. Y te das cuenta que hay cosas y personas que valen muchísimo y estar tan cerca de ellas te hace aprender a ser mejor persona, a valorar lo que tengo, a sentirme afortunado de vivir donde vivo, rodeado de personas que me quieren y que me respetan, y que te hacen sentir que no estás solo. Esta gente, estos niños, hacen que nuestros problemas parezcan ínfimos y que relativice muchas de las cosas que me preocupan por allá. Valientes gilipolleces. Por todo esto no puedo más que estar contento y FELIZ de estar aquí y poder conocer estas realidades que tanto me enseñan y me afectan.

No me enrollo más y paso a seguir informando del día.



Por Villa Los Rios dimos, en primer lugar, una vuelta para que yo la conociera. Posteriormente nos dirigimos a uno de los murales que estaban haciendo ayer en esa villa. Las fotos que aparecen aquí son de ese lugar. Al parecer una vecina cedía su fachada para que la pintaran los chicos. A cambio ofrecía comida para todos y chocolate. Esa mujer era impresionante. Que mara villa de mujer. Nos abrío su casa, su humilde casa, y nos invitó a comer la comida más buena desde que estoy en Argentina. Menú: Sopa paraguaya (sólida por cierto) y revuelto de mandioca, queso y cebolla. Pa´cagarse y ni limpiarse como diría mi pater. De los veinticinco niños chicos que pintaron ayer en esta villa nueve lo hacían en este mural. Quedó precioso, aunque las condiciones de trabajo en pasillos tan estrechos hace las cosas más difíciles. De todas formas están más que acostumbrados a correr y jugar por aquí. Al que le costó pintar fue a mi. Fijaros que los materiales que utilizan son los que muchos de vosotros ayudásteis a conseguir. Os están muy agradecidos, os lo aseguro y así me lo comunicaron en multitud de ocasiones.

Cuando acabamos de comer, increiblemente como ya he dicho, hicimos el viaje más largo del día. Abandonamos Capital Federal, como ellos llaman a Bs As, y nos trasladamos a Provincia, concretamente a González Catán (si lo de la canción de Sabina). Está a unos 40 km de capital federal, aunque viajando en el tren que nos llevaba no paramos de ver casas a un lado y a otro, todas del tipo que vais a ver a continuación. Esta localidad está en un sector que se le llama La Matanza, en el que viven entre 6 y 9 millones de personas, si, millones. Increible, y la mayoría en las mismas condiciones. en estos lugares no hay trabajo por lo que la mayoría tiene que desplazarse a Capital federal para trabajar. Esto les lleva un mínimo de dos horas y media o tres.

Algunos del grupo, viven en esta localidad, por lo que aquí han montado un centro donde trabajan con los niños de su barrio. Son las fotos que muestro a continuación.


González Catán es bastante pobre, como toda la provincia. Al llegar y antes de ir al centro cultural me enseñaron un poco su barrio, que es para que se te caigan las lágrimas. No hay servicios de ningún tipo, por lo que la basura abunda. En esta localidad existe una particularidad, que es que hace años crearon aquí el vertedero de Capital Federal, por lo que traen aquí toda la basura que genera la capital, pero no impermeabilizaron la zona donde depositan las basuras. Por esta razón se ha ido filtrando lo tóxico a las aguas subterraneas de donde ellos obtienen el agua. Así que esas bolsas de agua están contaminadas con arsenio y plomo. El riesgo de beber y ducharse con este agua es altísimo, e incluso no se puede calentar porque aumenta la concentración de estas suatancias químicas. Opinad vosotros mismos. Así viven miles de personas.


Cuando acabamos de visitar la zona nos dirigimos al centro cultural donde estaban celebrando el cumpleaños de todos aquellos chicos que cumplieron años durante el primer semestre del año. El presupuesto no les da para más de dos fiestas anuales.


En total estaban allí unos 60 chicos, que disfrutron muchísimo y que comieron entre otras muchas cosas, torta (tarta). Entre las actividades había juegos, piñata para los más chicos, baile y reparto de regalos. Por falta de tiermpo no puedo mostraros fotos de este evento, aunque ya os las enseñaré en España. Hice hoy más de doscientas fotos.








Por último enseñaros la foto que me hice con todos los integrantes del Grupo Cultural Cruz del Sur. Buena gente. Me ilusiona la idea de haber aportado mi granito de arena para ayudar a un grupo de gente que trabaja por los pobres, por los niños y que utilizan el arte y la música como vehículo conductor. Os puedo asegurar que cada uno de ellos tiene detrás una historia personal terrorífica, pero siguen ahí luchando y dando todo.