viernes, 18 de julio de 2008

Parte médico prometido



Según fuentes médicas radicadas en mi centro del dolor tengo que informaros que mi salud está bien en general aunque hay dos asuntos que apostillar. En primer lugar está el tema de mi rodilla. Lo cierto es que no está evolucionando como yo pensaba (mi optimismo me suele pasar malas pasadas a veces), pero tampoco hay que ponerse en lo peor. Sigo haciendo los ejercicios, lo que ocurrre es que noto que la pierna me va pidiendo más caña y aquí evidentemente no se la puedo dar. Otro aspecto a tener muy en cuenta es el tema de la humedad. Me siento como un viejo porque desde el primer día que llegué noto que me molesta. Uno de los voluntarios aquí en la villa es fisioterapeuta, y me ha estado viendo la pierna. me comenta que las molestias son normales con esta humedad y que no le dé más importancia. Por eso estoy tranquilo. Ahora encima las temperaturas están empezando a bajar. De ayer a hoy bajaron diez grados. El tiempo primaveral creo que acabó y ahora empieza lo bueno. De todas formas me queda una semana para salir hacia Córdoba, otra de las visitas de mi viaje. Y sé que a medida que vaya subiendo para el norte cada vez hará menos frio y menos humedad, lo que me vendrá bien seguro.


Resumiendo y concretando, que la pierna no va mal pero tampoco es que vaya espectacular. Tengo claro que cuando vuelva voy a tener que dedicarle mucho tiempo para fortalecerla bien.


Pasamos ahora al segundo aspecto de mi salud, el cual comentaré basándome en unas fotos totalmente demostrativas.


Desde que llegué estoy durmiendo en un colchón de "Lo mónaco", o por lo menos lo fue en alguna de sus anteriores reencarnaciones. Sólo hay que ver las imágenes para ver que no miento cuando digo que no es muy cómodo que digamos. Con el paso de los días se está creando la forma de mi cuerpo con total claridad. Es graciosísimo. Una pena que no salga con mucha claridad en las fotos.

Lo que no es tan gracioso es el dolor de cuello, y sobre todo, riñones, que me está provocando. Por esta razón pido desaforadamente un voluntario que venga a darme un masajito para descargarme la zona.

Fuera de coña, es casi el principal inconveniente. No es que esté descansando demasiado bien, pero bueno es lo mínimo viviendo en la villa.
Por lo demás todo bien, disfrutando de la experiencia y a diferencia del año pasado adelgazando. No sé por qué porque estoy comiendo bien. Veremos cómo sigue la cosa en las siguientes etapas de mi viaje.
Por último aprovecho estas últimas líneas para felicitar a mi pirimo y a Rocío porque los mamones ya son funcionarios. Enhorabuena a los dos. En la celebración que corra el bogavante y de paso nos zampamos el último cheque.
Un abrazo a todos mis blogeros.