lunes, 27 de julio de 2009

Diciendo adiós al Paraguay

Pues si, hace dos días que no me puedo conectar y ya iba teniendo ganas de escribiros y leeros. He leído cosas interesantes como ese éxito incontestable que está teniendo el/la autor/a de las andanzas del caballero hidalgo Don Xitiri de la Cuadra. Sé perfectamente quien está detrás de estos bellos textos, pero como no sé si el/la autor/a está de acuerdo con la publicación de su nombre, voy a dejarlo ahí y que sea el/ella el/la que dé la cara, si quiere. Aún así valoro su verbo fácil y su vuelta a los clásicos que tanto nos ilustra. Gracias de parte de mi familia, que parece la más sorprendida y que seguramente serán de los pocos que no saben quién es.

Bueno, al grano, la etapa paraguaya está llegando a su fin. Ahora mismo son las 9 y pico de la noche en Asunción. Duermo acá y no en Limpio porque mi bus sale a las 6 de la mañana camino de Resistencia (Argentina), y tendría que salir de Limpio a las 3:30 y ese lugar no es muy seguro a esas horitas. Así que me he venido para acá, duermo una horita más y puedo conectarme a internet y escribir un poquillo que ya me apetecía.

Estos tres días en Limpio han sido muy interesantes. He visitado a las dos voluntarias de Fundeo que andan por acá, Beatriz (delante mía) y Silvia, a la derecha. Así pues ya llevo tres novias en mi camino (¿A que sí?????? ya que me relacionáis con toda chica que aparezca, siempre y cuando os guste y la de Katueté parece que os gustó). No voy a contestaros si hay algo o no porque creo que es evidente, vengo acá por otras cosas y con una responsabilidad, mentes sucias y calenturientas.

Limpio es una pequeña localidad situada a las afueras de Asunción, a unos 15 kilómetros. Tiene una parte céntrica pero es muy pequeña. El colegio está situado en un barrio de las afueras de Limpio. Como veis las calles son anchas, están en mitad del campo, por lo que las casas tienen cierta separación entre cada una de ellas. Esto favorece porque así algunos vecinos pueden sembrar algo en su terrenito. Aunque en general es un barrio con muchísima precariedad, no os podéis imaginar cuanta. Aquí no hay mucho problema de marginalidad como en otros sitios en los que he estado. Acá el problema está en la falta de recursos para la subsistencia. Las familias tienen muchísimos hijos, hasta diez en una de las que he conocido. Acá no hay mucha higiene, y más en estos días en los que se han registrado las temperaturas más bajas del año. Incluso algunos niños indígenas que vivían a la intemperie han muerto por hipotermia. Hay que tener en cuenta que el agua es fría en las casas y a ver quien mete a los niños (y los adultos) en la ducha con esas temperaturas. A los niños los ves muy sucios por las calles y en las actividades que hemos hecho con ellos. Aunque esto no es nuevo.

Como en Katueté la actividad de las voluntarias, y por tanto la mía, ha estado condicionada por la suspensión del colegio por el tema de la famosa ya Influenza H1N1, de la que estoy ya un poquito hasta los... Como no hay colegio ni apoyos hemos estado montando actividades para los niños usando el patio del colegio (un lugar abierto) y a horas en las que no hiciera demasiado frio. Las dos fotos siguientes es de actividades con ellos, he intentado no sacar mucho la cámara porque los niños se volvían como locos y se descuajaringaba todo lo que estábamos haciendo. Las que he hecho las hacía al final, una vez que ya volvíamos para casa y que nos íbamos paseando para atrás.

Otra cosa que hemos hecho estos días es visitar casas del barrio porque entre las tareas que van a realizar las voluntarias estos días está la de apoyo escolar, pero en las casas, así que hemos podido seleccionar alguna familia con muchos hijos para que ellas vayan allí a darles un empujoncito. La seleccionada es una familia con nueve hijos, uno de ellos en silla de ruedas, podéis imaginaros como es el tema. Me acordé mucho de ti, Andrés, pero por las condiciones en las que vivía ese niño. Me recordó a lo que me has contado de tus experiencias pasadas en aquella residencia, con aquel hijo de puta. Eres un tío grande, de los que todos debemos aprender. Y yo allí sentí, más aún todavía, orgullo de ser tu amigo. Desgraciadamente ese niño no tiene la suerte de vivir en un país como España. Acá se va a pudrir en su suerte. Uno de los objetivos de que las voluntarias vayan allá por la tarde es que una de ellas, al ser profesora de Educación Especial, podrá ayudar a ese niño con una atención más cercana, dirigida y formada. Una suerte por lo menos para unos días.

Los niños acá son muy graciosos, aunque se ven las necesidades sólo con mirarlos. Una cosa que me preocupa que estando tanto tiempo dentro de estas realidades tan diferentes a las nuestras empiezas a hacerte más duro y ya no te asombra tanto cuando te cuentan historias como la de estas dos niñas que habéis visto en la foto. De alguna forma te insensibilizas, y eso no me gusta. Fijaros:
La niña de azul y la de marrón son hermanas. Ellas han estado participando con nosotros en las actividades los tres días en los que yo he estado. Según me contaron, la de azul es la mayor, casi dos años más. Bueno, pues resulta que esa niña cuida de la hermana y de dos hermanas más pequeñas que esa. Y qué edad puede tener???? Os aseguro que no llega a los diez años. Y cuando me refiero que cuida es que cuida. La madre, que es prostituta, aparece de vez en cuando por la casa, y las niñas se van alimentando de lo que los vecinos buenamente le pueden dar. Os imagináis algo así allá en España, pues no, es imposible, tenemos las suficientes estructuras sociales que lo impiden, estructuras que apenas encuentras en estos países, donde los niños mueren de frio en las calles y nadie se alarma demasiado, son así las cosas. Pero lo mejor de todo es la cara de las niñas. No paran de sonreír en todos los juegos, parecen felices, o por lo menos en estos momentos. Que poca cosa somos, os lo aseguro, y no tenemos ni puta idea de como vivimos, de lo bien que vivimos y nos quejamos.
Lo guay para mi de todo esto es que después de ver lo que veo me voy feliz porque acá lo pasé muy bien, los niños te abrazan sólo por respirar, es un gustazo; la gente te para por la calle y te invita a su casa, para ellos es muy grande que vengan españoles acá a conocerlos a ellos. Como nos dijo una chica de unos 14 años, para ellos es muy importante que vengan extranjeros porque eso les hace pensar que existen en el mundo. Yo me pregunto: ¿Es para nosotros muy grande que vengan los paraguayos a nuestro país? La respuesta está clara. Son dos países diferentes, dos realidades diferentes y los intereses que nos llevan a cada uno al otro país también, pero es una realidad que estas personas buscan en países como el nuestro mejorar de alguna forma esto en lo que viven, y una vez que lo conocen, quién se va a mover de allá, incluso teniendo que aguantar en ocasiones un trato discriminatorio.
Bueno, no me quiero enrollar más. Deciros que la próxima vez que os escriba ya no estaré en Paraguay. Será desde Resistencia (donde tengo que realizar una tarea pendiente) o ya desde Uruguay. No sé muy bien de qué forma llegaré a Dolores, siguiente destino, pero por lo que he podido averiguar me llevará, al menos dos días en llegar, pero bueno empiezo a bajar al sur y me voy acercando a Bs As, etapa final.
Quisiera por último agradecer a una familia que para mí es mucho más importante de lo que podáis pensar. Es la de MIS alumnos/as del colegio, los cuales hacen comentarios que me encantan, mi familia de 3º (Enrique G, un fijo, un campeón, José Manuel, me alegra mucho verte por acá, Pepe, otro fijo del año pasado) y mi familia de 4º (ay, ay, esa Elenita relajada, mi querida Mary, Laurita R, mi Marta, la loquita de Blanquita, Mili en la penumbra, Susana de Myanmar, la dulce María, la risueña Ester o Elena E, que me escribe al correo). A todos ellos, muchas gracias, y que sepáis que valoro muchísimo vuestros comentarios. Muchas gracias otra vez.
Besos y abrazos para todos.