lunes, 18 de agosto de 2008

De vuelta en la villa

Pues si, las aventuras y desventuras del Dani viajero van tocando a su fin. Os escribo ya desde Buenos Aires. Llegué ayer al mediodía tras 21 horas de viaje. Toda una odisea. Tengo que reconocer que estoy muerto, muy cansado. El cuerpo no me llega ya a las cuatro de la tarde. Ahí comienzo a tener sueño y a pesarme las piernas, muy flacas por cierto.
El día de mi vuelta a Bs As fue un día que recordaré por siempre por muchos motivos, pero el que viene a cuento ahora es por lo complicado del traslado. Comenzó a las 4:30 de la tarde en Ciudad del Este (Paraguay). Tenía que estar en Puerto Iguazú a las 7:30 porque a esa hora salía mi omnibus que me llevaría hasta Bs As. Para llegar hasta aquí tenía que pasar de Ciudad del Este a Foz de Iguazú en Brasil y de aquí pasar a Argentina. Una odisea porque la frontera entre Paraguay y Brasil es un poco caos. Ciudad del Este es una ciudad que impone. Da un poquillo de respeto, la verdad. Cuando me quedé sólo, agarré una moto-taxi que me llevara al puente de la amistad (puente sobre el Paraná que es frontera natural entre los dos países). Tenía miedo a que el tío que me llevaba tirara hacia otro lado así que me orienté como pude y decidí que si se metía por algún sitio raro me tiraba de la moto y listo (ya sé,he visto muchas películas). Todo fue bien y en pleno puente agarré un colectivo que me llevo a Foz de Iguazú. Tras una espera de 45 minutos llegó otro colectivo que me llevaba a Puerto Iguazú en Argentina. Tras pasar por aduana y llegar a la terminal me dirigí al hostel donde dormimos y recogí mis cosas, y para Bs As.
Tras un viaje de casi 19 horas llegue a la villa. El omnibus se retraso porque algo pasaría pero la policía registró nuestro autobús y nuestras maletas.
El día de hoy está siendo muy movido, demasiado para lo reventado que estoy ya. Pero la experiencia está siendo la leche. Jamás vi una procesión por una vía del tren, con una misa interrumpida por el paso de un tren. Esto es surrealista pero así trabajan los curas aquí, no hay obstáculos, por eso enganchan de la forma que lo hacen.
Bueno familia, sé que sois menos porque estáis de vacaciones y esto se va acabando. Mañana salgo ya para España. Llegaré a mi destino el miércoles sobre las 10 de la noche, donde espero cenar con toda mi familia. Ya estoy loco por llegar. Pero me gustaría citaros a todos los que me seguís durante este viaje a una última entrada que haré cuando ya esté en mi tierra. Será el miércoles noche o jueves por la mañana. Me comprometo porque es mucho lo que quiero deciros. Os pido una última vez porque os la debo.