Antes de ayer salí finalmente de la villa en dirección a Córdoba. El viaje fue realmente bueno, ya que era todo de noche y en un autobus comodísimo. El resultado fue que casi no me enteré y que menos mal que me desperté a eso de las 6 y media de la mañana porque el autobus tenía su llegada a las 7:50 y llegó con hora y pico de adelanto. Las cosas de Argentina.
Tuve que esperar ese tiempo en la estación porque a esa hora me recogería mi amiga Mariana, la cual me está enseñando su preciosa ciudad estos días. Estoy comiendo genial y estoy recuperando algunos de los lastres que aparecian en ese antiguo parte médico que ya fue comentado por este blog. Es decir, el dolor de espalda desaparecio y una contractura con la que llegué también. Y la rodilla empieza a molestarme menos. Aquí hace mucha menos humedad y lo noto.
En estos dos días he conocido parte del centro histórico, Catedral, cabildo y plaza mayor y hemos salido a un pequeño pueblo de las estribaciones de la sierra donde Mariana tiene una casa de campo, La Bolsa. Bonito lugar, si señor.
Pues nada. Ahora mismo tengo menos tiempo para comentaros cosas, pero espero tener más para que os hagáis una idea. Os dejo algunas fotos para que le echéis un vistazo.
Os comento por último que ya tengo boleto para Resistencia. Saldré de Córdoba el martes y llegaré a la capital del Chaco el miércoles a la mañana.
