sábado, 11 de julio de 2009

En Cuzco


Hola familia!!!!
Os escribe una auténtica piltrafilla humana. El resultado de un viaje de 84 horas en total. Acá son las 2 de la mañana en Perú, en Cuzco, siete horas de diferencia con España. Hasta aquí conseguí llegar después de un viaje impresionante en todo. En lo agotador, en lo precioso (y os aseguro que me quedo cortísimo) y en lo aventurero, porque ha sido una auténtica odisea. Tengo que reconocer que he tenido mucha suerte con algunos enlaces. Quizá en estos momentos debería estar planteámdome irme a dormir, pero quería que supierais que ando bien y que todo está perfecto, y mañana cuando descanse más todavía. Vivan las camas y las duchas!!!! Por cierto, después de estar casi cuatro días sin ducharme no olía demasiado mal, que lo tengáis clarito, que siempre algo residual queda.
Desde que salí de Bs As hasta llegar aquí he cogido ocho autobuses diferentes. Algunos de chiste. He conocido a mucha gente, sólo uno español. Los autobuses y lo que hemos vivido los turistas en ellos unen mucho y hacen que a veces se nos vaya la perola y empecemos a derivar que daba gusto.
Bueno la primera foto que veis es de mi paso a Bolivia. Como os dije en la anterior entrada, salía hace dis día de Salta hacía La Quiaca, frontera con este país. Llegué a la frontera a eso de las 8 de la mañana, con un frio de espanto. Ya aquí estábamos a unos 2000 metros sobre el nivel del mar. Los controles por el tema de la gripe A "pa´jartarse de reir" (ole i). Te preguntaban si tenías fiebre, se le decía que no, y "pa´lante". En la frontera entre Bolivia y Perú fue por el estilo.

Una vez que crucé la frontera entré directamente en un pueblo que se llama Villazón. Ahí en principio iba a coger un tren que me llevaría a Oruro. Una vez en la terminal de Villazón, en cuya puerta está hecha la foto que véis, le pregunté a una chavala, que resultó ser boliviana, aunque era de piel blanca y son difíciles de ver, y ella me aconsejó sobre la forma mejor de llagar a Cuzco. Rn primer lugar me comentó que me fuera con ella a La Paz, en un bus que salía una hora despúes de allí. Con eso ganaba unas horas porque el tren salía a las 15:30 horas y eñ bus a las 10 de la mañana. este también pasaba por Oruro y encima seguía a La Paz.

En principio el viaje era más complicado de esta forma porque el tren es más estable, mientras que el bus iba (y fue) por carreteras de tierra, en ocasiones con socavones, pero merecío la pena de forma espectacular. Las fotos que vais a ir viendo son de este trayecto en el que ya vamos recorriendo el altiplano boliviano. Aunque estemos a alturas superiores a 4000 metros, como cuando pasamos por Potosí, lo que se ve casi siempre es una llanura inmensa. En ocasiones nos metíamos en tramos más de montañas, con lo qie el paiseaje se hacía aún más bonito.

Una de las muchas anécdotas del viaje es cuando por un desprendimiento que vimos en directo a un kilómetro, más o menos, la carretera quedó cortada, por lo que tuvimos que esperar una hora y media a que llegara una máquina que empezara a quitar bloques de piedra imponentes. Tuvimos suerte, porque en otras ocasiones se cortó la ruta y a esperar hasta el día siguiente. Lo nuestro no fue mucho tiempo.

Con la amiga boliviana no paraba de hablar y de enterarme de multitud de cosas, entre ellas su vida que es para echarse a temblar. Algún dia os la cuento, yo no me lo podía creer, pero por lo visto estas cosas acá son muy habituales. Entre otras lindezas hablamos del clima y la orografía de esta zona del mundo. Pensad que el altiplano pertenece a la Cordillera de los Andes, la cual en su parte central llega a los 6000 metros de altura en muchos de sus picos. Esto hace que todo frente que llega del Pacífico se encuentra con ese muro y de ahí no pasa. El altiplano queda despúes y por eso es tan seco y árido. A nuestro paso en el bus se levantaba una polvareda que se metía, incluso, dentro del bus, por lo que la atmósfera reinante era un tanto pesada. Pero bueno, los paisajes me hacían olvidar las 21 horas que duró este trayecto.

Otra cosa que se notaba muchísimo es la increible pobreza que hay en Bolivia. Se nota que es el país más pobre, según renta per ca´pita, de Sudamérica. Y lo peor de todo, y yo creo que ahí se nota la altura, es la pasividad y tranquilidad de la gente ante esta situación. Según me contó Lidia, que así se llama, algunas cosas están cambiando con Evo, sobre todo en lo que respecta a la población indígena, que es la mayoritaria. Aquí llama muchísimo la atención la mujer boliviana y su forma de vestir, como veréis en alguna foto. La mujer boliviana es la que carga con el peso de toda la familia, el hombre es aparte. Ellas trabajan, llevan dinero a casa y crian a los hijos, a los cuales llevan a sus espaldas casi todo el día. Sea cual sea la edad que tienen llevan siempre carga a sus espaldas, en unas telas muy coloridas.

Este viaje tuvo muchas paradas, en las que pude ver muchos pueblos diferentes, y a mucha gente, y también comer comida típica boliviana (qué buena, y no me pidáis el nombre que es en quechua y eso es innombrable e imposible de aprender. Yo me la comí y la disfruté, sin más). Esta foto de abajo es en una de esas paradas. Lugar auténtico de la Bolivia profunda, aunque aquí todo es profundo.

Con todo esto llegamos a La Paz, capital más alta del mundo, a las 6:30 de la mañana. Allí sólo estuve una hora y media, tiempo necesario para comer algo y comprar el boleto para el siguiente trayecto: La Paz-Copacabana (ante la duda de una cosa u otra, mejor las dos, no???). La foto que acompaña es mia delante de la terminal, y con la misma ropa, qué se le va a hacer.

Por cierto, y relacionado con esto último, no te puedes imaginar, Elenita relájate y ..., la cantidad de veces que me acuerdo de ti al verme con este jersey. Así que he decidido que el primer regalo de este viaje, y por extraño y demás adjetivos que le podáis poner, será para tí. Cuando llegue a España le voy a pegar un buen "lavao" y te lo regalo. Hez con él lo que quieras, es tuyo desde ya. Como recuerdo por lo menos.

En La Paz no pude hacer muchas fotos, entre otras cosas porque no estuve nada de tiempo como para verla, pero desde el bus si pude sacar alguna. Esta ciudad está metida en un hyo del altiplano, hasta tal punto que cuando nos acercábamos a la ciudad no se veía. Y al llegar te encontrabas un "bujero" impresionante y una ciudad grandísima. Todas las construcciones son en las laderas de las montañas. La parte céntrica de la ciudad se encuentra en el fonde del hoyo.

A partir de aquí el paisaje se volvía más espectacular todavía. Ya aparecieron las grandes montañas de esta parte de la cordillera. Fastuosas montañas de más de 6000 metros con nieves perpetuas. Ahora aquí es invierno, por lo que están cargadistas. En la primera foto que os pongo de esta parte aparece ya el famoso Lago Titicaca. Qué guayyyyyy!!!! es impresionante, y todo lo que os diga por palabras se queda corto, os lo aseguro. Aunque esto lo aplico a todo mi viaje.
El Lago Titicaca es sagrado para los indios Quechuas. Yo no sé si será sagrado pero el subidóa al verlo es la lecha. Pertenece a dos países, Bolivia y Perú, siendo frontera natural antre los dos. Ya por acá nos íbamos acercando a Copacabana, patrona de Bolivia, y pueblecito donde se venera en una gran basílica, la cual visité, te diré. Esta ciudad como aparece en la foto ya se encuentra a una altura considerable, por lo que el lago, que esta a sus pies, es uno de los lagos más altos del mundo.

Os muestro dos fotos más del lago con las montañas al fondo para que os hagáis una idea de lo precioso que es esto. En una de ellas se pued ver que cuando te sitúas al nivel del lago ni siquiera se ve en el horizonte el final.


Tras estar unas dos horas en Copacabana continuó el periplo entrando ya a Perú, mi tercer país en dos días largos. Desde Copacabana a Cuzco el viaje ha sido un auténtico suplicio. Bus a reventar con muchos bolivianos en los pasillos, un hombre y su hijo durmiendo en el porta aquipajes, rotura del cambio del autobus y trasvase en La Juliana, un pueblo de camino, a otro bus. Esto parecía interminable. Nos habían dicho en La Paz que llegaríamos a eso de las 8 de la tarde, y ya os he dicho la hora a la que he arrivado a puerto. Por último os pongo una foto del interior del bus. Un show. Ahora a dormir que me hace falta, sólo de pensar en la cama se me están poniendo los pelos de punta.

Mañana os contaré como es Cuzco, y todo sobre los preparativos del Camino Inca, que empiezo el domingo.
Besos y abrazos y perdón por la parrafada, pero despúes de tres días y medio de viaje, a mi no me callaba ni Dios.

PD: no voy a corregir la entrada porque estoy muy cansado. Posiblemente haya errores, además el teclado está muy gastado y algunas letras no se ven. Me los perdonáis.