sábado, 16 de agosto de 2008

Maravilla en Iguazú

Los días pasan volando y ya estamos en Iguazú. Ya estuve el año pasado pero esto puede verse mil millones de veces si fuera posible. Es una maravilla, y más teniendo en cuenta que este año el río Iguazú bajaba con mucha más agua, y merecía la pena verlo. Lo único malo es que al traer más fuerza el río el vapor de agua que queda en suspensión es mucho mayor, por lo que en las fotos sale como una especie de polvillo que enturbia la imagen, pero bueno tampoco es para tanto.
El viaje hasta Iguazú fue bastante entretenido, original y lleno de anécdotas. Los planes que hicimos al principio fueron cambiando sobre la marcha pero todo salió a pedir de boca. Os cuento rápidamente porque tengo poco tiempo. Salimos a las 4:30 de la mañana de Katueté. Salimos pensando en coger un autobus que nos llevara a Itaipú, la mayor presa del mundo en generación de energia eléctrica, pero el primer cambio de planes se produjo cuando agarramos un taxi colectivo. Este tipo de transporte es muy común aquí y consiste en un coche taxi en el que va subiendo gente hasta que se llena. En el nuestro viajamos seis personas y todas las maletas por lo que el viaje se puede considerar, de nuevo en Paragauay, como una odisea.
Al grano, estuvimos unas tres horas allí y visitamos la presa que es inmensa. Tras esto cogimos un nuevo colectivo que nos llevó a Foz de Iguazú en Brasil. Desde aquí teniamos que coger otro colectivo que nos llevara a Puerto Iguazú en Argentina. De esta forma en el transcurso de una hora y media pasamos por dos fronteras y estuvimos en tres países diferentes (Paraguay, Brasil y Argentina). Una pasada.

Al mediodía, Elena y yo llegamos a Iguazú y nos trasladamos al hostel donde estamos durmiendo. Acogedor y como si nos sintiéramos en casa. Visitamos por la tarde tres fronteras (punto desde donde se divisan las fronteras de los tres países, justo en los límites del río Iguazú y Paraná) y recorrimos un poco el pueblo para tomar contacto. En este tiempo sólo destacar otra impresionante tormenta que cayó sobre nuestras cabezas. De nuevo empapados a casa (pero como siempre muy contentos y partiéndonos de risa).

En el día de hoy hemos visitado ya las cataratas, concretamente las del lado argentino. Una maravilla, que os voy a decir, pero bueno aprovecharé la ocasión para que sea alguien que no las vio nunca quien os comente que le pareció. Os habla Elena: "Hola a todos. Soy Elena, la voluntaria que está en Katueté. Como ya os ha ido contando Dani nuestras aventuras y desventuras, yo paso a transmitiros mis impresiónes sobre el día de hoy. Lo voy a definir como "grandioso". Es increíble lo que es capaz de hacer la naturaleza. Lugares como este son los que te hacen sentirte insignificante a su lado. Además, debo añadir que he tenido el mejor guía de todo el parque: el autor de este blog. Bueno, me despido de vosotros y le vuelvo a ceder el puesto a mi amigo. Hasta pronto y encantada de conoceros".
Bueno familia. Me pondré en contacto con vos ya desde Buenos Aires, adonde viajaré mañana por la tarde. Llegaré al día siguiente al mediodía. Ya os comunico como transcurren las últimas horas de mi viaje.