domingo, 10 de agosto de 2008

Asunción

Os cuento un chiste. "Dicen que un español le enseña un río a un argentino, y éste al verlo le comenta al español: A cualquier cosa le llamáis un río. El español medio enfadado le contesta: y vosotros a cualquier cosa le llamáis catedral".


Pues si, esto que veis es la catedral de la ciudad de Asunción, capital del Paraguay. Evidentemente cuando te mueves por distintas ciudades de Sudamérica, y yo ya llevo seis, te das cuenta que llaman catedral a iglesias que a cualquiera de nosotros nos parecen pequeñas. Pero son las que tienen, y muy bonitas que son algunas. Lo que ocurre es que es absurdo entrar a compararlas con las que podamos encontrar en Europa.
Estos dos últimos días nos hemos dedicado a conocer la ciudad y hemos entrado en una villa, Limpio, donde tienen un colegio las teresianas y donde Fundeo tiene o ha tenido proyectos.
Ayer por la mañana y tras descansar debidamente recorrimos el centro histórico de la ciudad de Asunción.

Estos días son especiales aquí en el Paraguay, y más concretamente en la capital, ya que el próximo día 15 jurará el cargo de presidente del gobierno el ex-obispo Fernando Lugo. Digo ex porque para presentarse a las elecciones tuvo que abandonar la iglesia. Arrasó en las elecciones y se nota porque el pueblo está con él. Tienen mucha esperanza en un hombre que siempre curró desde su puesto en la iglesia por la gente de la calle, en la calle, con ellos, como se conocen verdaderamente lo que sufren y viven diariamente. La Iglesia paraguaya está dividida en este momento. Hay una parte conservadora que echa pestes de él por pasarse a la política, y otra más abierta que le apoya incondicionalmente porque ven en él una cura de la calle, que conoce los problemas del país desde abajo y que sabe que no se va a vender a las mafias. Yo vi una foto de él por primera vez en España, después el padre Pepe en Bs As ya me habló de él porque me enseñó una foto que se hicieron ambos cuando Lugo visitó la villa 21, que como sabéis es de paraguayos.
Ojalá la cosa mejore porque la sensación que da el país y lo que puedes hablar con su gente es de pobreza y, lo peor, aceptación de la realidad que tienen, lo que les lleva a la apatía. Hay mucha gente que no mueve un dedo para trabajar. Les falta un gran empujón para salir adelante. Nos comentan que es una de las características de la pobreza. Que te lo crees, que te va anulando como persona y finalmente aceptas tu condición de pobre y te quedas quieto. No hay ilusiones, ni les motiva el luchar por nada porque saben que nada va a cambiar. Es gente sin autoestima ni confianza en ellos mismos. Todo esto hace más difícil que el país salga adelante, pero ahora tienen una esperanza. A partir de ahora y con más conocimiento de causa seguiré desde España la realidad paraguaya.






Si os fijáis en la foto de arriba veréis el edificio del congreso, lugar donde Lugo va a pronunciar su discurso de investidura, y donde posteriormente saludará a las personas, miles, que se van a congregar para celebrarlo. Si os fijáis bien veréis que le están haciendo un buen lavado de cara con pintura porque, la verdad, estaba un poco "cascao".


Lo que impresiona es que justo detrás del edificio hay un pequeño paseo que da al río Paraguay. Bueno pues al asomaros la vista que veis es lo que muestra la foto de vuestra izquierda. Una villa. El máximo poder y la miseria y marginación juntitos. Aquí no se tapa nada. No importa. Ésta es la realidad de Sudamérica. Ni más ni menos. Y por eso choca tanto.


El palacio que muestra la foto es el palacio del gobierno, no el presidencial, del que no me acuerdo su nombre. Estoy seguro que vais a perdonar mi olvido. Por cierto, Lugo ha decidido que no va a vivir en el palacio presidencial, nuestra Moncloa, lugar donde viven los presidentes de ese país.







Os subo por último una foto del lugar donde tienen enterrados a los héroes caídos de la patria paraguaya. Es un edificio bastante bonito y que tiene una guardia permanente del ejército del país. Aquí están enterrados antiguos presidentes y generales importantes.

Bueno, pues espero que os hayáis hecho una pequeña idea de lo que es el centro de Asunción. La periferia es otro mundo. Yo me imaginaba, de todas formas, que esta ciudad iba a ser más peligrosa pero no es así, o por lo menos no es la sensación que me da, y eso que Elena y yo nos hemos movido bastante solos. Creo que Ciudad del Este es otro mundo en este aspecto.

Paso ahora a comentaros, por encima, la tarde de ayer. Nos dirigimos a una villa en la localidad de Limpio, lugar en el que entras sin darte cuenta de que estás saliendo de Asunción. Lo llaman villa pero no es el concepto que ya conocéis de villa de Argentina. es mucho más amplio el trazado de sus calles. No hay tanta marginación, aunque seguramente mucha más pobreza. Quizás no sea tan impresionante en imágenes pero se observa claramente la pobreza. Perdonar la calidad de éstas imágenes pero no tuve mucha suerte con la máquina.



En este colegio que visitamos estudian niños del barrio de entre dos años y catorce. No está nada mal. Tiene unos medios muy ajustados pero hacen lo que pueden. Los niños son muy graciosos. Os enseño una muestra de ello.

Lo triste de todo esto, y relacionado con lo que dije antes es que al salir del cole te veías a un montón de gente, en un día de trabajo, sentados en la puerta de sus casas, en corrillos, tomando tereré (mate pero frio, típico del Paraguay) y charlando. La llevamos clara. Así poco van a conseguir. desmotivación y vagancia absoluta.
Pasamos ya al último bloque, el del día de hoy. Último día por cierto, en asunción porque mañana salimos para Katueté de nuevo. El final de mis días aquí se acerca y mi viaje toca a su fin. ya empiezo a sentirlo y mezclo sentimientos de alegría por volver y pena porque esto se acaba. por cierto, anuncio para navegantes: mi cabeza está maquinando y preparando el viaje del año que viene. Lo siento, mama. Pariste a un hijo con el culito inquieto. Sé que no te hará mucha gracia pero sabes que esto es importante para mi.
Elena y yo dedicamos el día libre que teníamos antes de volver al trabajo en Katueté a conocer lo que nos faltaba del centro de Asunción, ver danzas típicas paraguayas e irnos toda la tarde a la localidad de Areguá. Precioso pueblecillo dedicado casi en su totalidad a la artesania y al lago que se encuentra a sus pies. El lugar es precioso. Por si tenéis dudas el de la derecha de la foto soy yo.


Os muestro también algunas fotos del lago, por donde nos pegamos una vuelta en barca. En esas que veis al fondo de la imagen. Es un lago muy extenso con una extensión de 9 por 13 kilómetros. Nada mal.


Aprovechamos para coger más sol todavía, pegarnos unas empanadas, muy típicas en Argentina y Paraguay, a la orilla del lago en un embarcadero y disfrutar de bellas vistas. La verdad es que se agradecen estas estampas después de haber visto tantas cosas feas en el camino.

La siguiente entrada del blog la realizaré ya desde Katueté y espero contaros algo más sobre aquel precioso lugar. Tengo muchas ganas de volver porque realmente me cautivó. es un sitio donde uno puede hacer una cura de strees y volver con las pilas puestas. Ya os mostraré más fotillos. Un saludo a todos, familia.

PD: El hecho de que esté por estos lares no significa que no esté enterado de la actualidad del mejor equipo andaluz de todos los tiempos, aunque les pese a algunos. Mi padre e internet me tienen bien informado. Tengo mono de fútbol y me da que este año el Sevilla se sale. Lo siento por los béticos, aunque les deseo que se solucione lo de Lopera y se vaya ya a su casa. Viva el Sevilla FC. (siento este arranque de furor futbolístico pero es que ahora mismo me hierve la sangre rojiblanca). "Ahí queó".