Hemos dado un giro copernicano a
nuestra experiencia. Salimos de la villa, guetto urbano de Buenos Aires, para llegar a Katuete, pueblito del interior
del Paraguay. La vida aquí es muy muy muy tranquila, y bien que lo estamos
notando. El ritmo frenético de la villa ha sido sustituido por el silencio y la
tranquilidad. En esta primera entrada en Paraguay me voy a limitar a daros
información de todo esto y Vane va a entrar un poco más en todo lo relacionado
con las sensaciones y emociones que estamos viviendo.
El viaje de Bs As a aquí una
auténtica paliza. Salió bien en lo económico, porque nos ahorramos un
dinerillo, pero nos hizo tener que esperar unas horas en la terminal de
Resistencia y todo eso sumado al total pues peor todavía. Al final fueron 33
horas de viaje desde la villa hasta llegar a Katuete, incluyendo dormir dos
noches en un bus, lo cual dejó a nuestras maltrechas espaldas en un estado
prelamentable. Afortunadamente llegamos bien y la bienvenida fue mejor todavía.
Nos están tratando de maravilla, pero bueno dejo esa parte a Vane, yo a lo que
voy. ¿Por qué Katuete? La verdad es que este año y teniendo en cuenta las
características alimenticias de Vane se hacía difícil poder realizar ninguna
experiencia. Son varias las condiciones que debe cumplir un sitio para que Vane
a día de hoy pueda convivir. Aunque está mucho mejor y la dieta es menos
estricta no podíamos estar mucho tiempo en la villa o en lugares donde no
podamos controlar la dieta mínimamente. Esa es la primera razón que explica que
estemos aquí. Yo ya estuve en dos ocasiones anteriores visitando a voluntarias
de Fundeo (podéis verlo en el blog) y me quedé muy fascinado. Aquí si se dan
esas condiciones de las que hablaba antes. Por esta razón decidimos pedirle a Marta
Suárez, coordinadora del grupo de formación de voluntarios de Fundeo, con el
que yo también colaboro, si era posible realizar la experiencia aquí en
concreto. Era como un voluntariado a la carta, decidiendo nosotros el sitio,
pero bueno me imagino que “donde hay confianza da asco”. Lo cierto es que lo
hablaron con las hermanas de aquí (ya no digo acá, estamos fuera de Argentina)
y no hubo ningún problema. Para más inri no pusieron tampoco traba alguna al hecho
de que no íbamos a realizar un voluntariado completo de un mes porque queríamos
ir antes a la villa. Así pues la experiencia en Katuete se reduce a tres
semanas, porque después también volvemos a Bs As para agarrar (aquí continuamos
sustituyendo “coger” por agarrar) el avión.
En días sucesivos iremos
ampliando información sobre cómo es nuestra vida en Katuete, dónde vivimos, os
presentaremos a las hermanas teresianas que nos están acogiendo en su
comunidad, os presentaremos más ampliamente las instalaciones del colegio y
conoceremos Katuete y su población. Todo ello sin cansaros demasiado y sin ser
demasiado objetivo, esto no es periodismo, sino nosotros mismos. Toma rima
consonántica, manirusan. Deciros que ya vamos acumulando fotillos curiosas para
ir desarrollándolas en sucesivas entradas.
Por último, Páter o personas
informadas, qué pasó en Rota exactamente con el Sevilla FC, y no me caigáis en
el insulto fácil que os conozco.
Bueno, le llegó el turno a la parte
sentimental. Imaginaros después de pasar un frío que hoy empiezo a notar que
desaparece de mis huesos (dos días después), de dormir en una cama casi sin
colchón, que cada media hora te despertaba una parte de tu cuerpo con
calambres, media vuelta y “pa” el otro lado, y así toda la noche durante cinco
días, y, por último, del viajito de 33 horas, llegamos a Katuete. Una ducha
caliente y a dormir en unas camas “perfectas”. Con frasadas (mantas) limpitas y
calentitas. No os podéis imaginar qué momento. La Villa es estupenda y la gente
mejor, no quiero que con esta descripción os creéis una mala imagen, pero la
realidad es que no hay higiene como la conocemos nosotros, la ropa, sábanas y
frasadas son de donaciones y bueno este año hemos tenido suerte, estaban
bastante bien, pero como ya he comentado en otros momentos allí hay otras prioridades
y se vive a un ritmo… También el frío y la humedad no permite lavar muy a
menudo. En fin, sigo con el recibimiento en Katuete. Así fue, nos prepararon un
almuerzo muy cuidado, pusieron una canción de bienvenida, una oración y a
comer, comida muy sana, con muchas verduras y frutas de su huerta. Las hermanas
nos están tratando con mucho mimo en cada momento, cuidando cada detalle, ofreciéndonos
todo lo que tienen. Estamos encantados, y yo especialmente emocionada.
Aquí viven tres hermanas, Marina, Enca
y Florencia, adorables. Siento ser pesada pero lo son. No sé si es la forma de
hablar, que sean tan atentas, quizás estaban emocionadas también por recibir
visita, o simplemente que es que son así de buenas y ya. Así que te sientes
como en casa, han hecho que nos sintamos muy cómodos, y eso se agradece. Además
este paisaje es único, lleno de palmeras, árboles frutales,… Hoy Marina me ha llevado al huerto, hemos
arrancado mandioca y lechugas para el almuerzo. Después me trajo para que probara
papaya, y ayer comimos unos plátanos reina, que se llaman aquí, son pequeñitos
y tienen un sabor diferente, riquísimo. Te entran ganas de quedarte aquí, que no…… que volveremos…, pero te entran ganas.
También tienen gallinas y dos gallos, con lo cual montones de huevos que te
crió, y hoy aunque sea menos agradable un hombre que trabaja en el colegio ha
matado una de las gallinas que ya no son ponedoras, para comer pasado mañana.
Vamos que cada segundo aquí es una aventurilla, y yo que soy una novelera y me entusiasmo
con cualquier cosa, estoy disfrutando como una niña chica.
¡Ah, se me olvidaba! Momentazo
lavadora. No nos quedaba casi ropa limpia, así que imaginaros. En la Villa lavé
algunas cosas, a mano por supuesto, y estuve al borde da la hipotermia, con lo
cual no volví a lavar.
Bueno os dejamos, y ya os contaremos
más de nuestras peripecias. Y en la próxima entrada hablaremos un poquillo del
tema colegio y la labor que aquí vamos a desempeñar, aunque los niños no
vuelven de las vacaciones hasta el lunes, ya empezamos a hacer algunas
cosillas.
Besosososoosos chao chao.
PD: Por cierto, ¿qué os parece el diseño del blog de este año? ¿Muy oscuro? ¿Lo cambiamos? Ayudadnos en la decisión que estamos dándole vueltas. Gracias.