jueves, 6 de agosto de 2009

Despedida con mucho que agradecer (2)

Y colorín colorado… esta gran experiencia se ha acabado. Pues sí, ya estoy en Sevilla, en mi casa. Llegué esta mañana a las 6 a Barajas y desde allí a Sevilla. La primera siesta en la frente.
Tengo un poquillo de jet lag, como le llaman, ya que salí de Bs As a las 12 de la mañana de allá y llegué a las 12 de la noche de allá, pero 6 de la mañana de acá, por lo que en teoría he tenido que dormir en el avión. Digo en teoría porque como era mi día, sólo llegué a echarme una siesta, y al llegar aquí día nuevo. Así que hoy ando raro tanto de sueño como de hambre y horarios de comida.
Os escribo desde mi casa, y la verdad es que me siento rarísimo, como si este no fuera el lugar, como si desde aquí ya no hiciera falta, al fin y al cabo aquí tengo el móvil y ya podemos hablar por él y contar lo que quiera. Pero quiero utilizar esta herramienta que nos unió durante estas últimas cinco semanas, para despedirme como lo hice el año pasado (y de ahí la repetición del nombre de la entrada), agradeciendo vuestro tiempo, vuestras palabras, vuestro aliento y vuestro apoyo.
No sé si el blog se convertirá en una obligación de contar cada una de mis experiencias futuras, pero a día de hoy es mi diario, el lugar donde me he podido desahogar; donde os he podido sentir cerquita, demasiado cerca, os lo aseguro; donde he podido comprobar que hay mucha gente ahí, y eso me encanta, no estoy solo; donde he podido contar mis experiencias, que han sido muchas; donde he podido transmitir una realidad que está ahí, que existe y de la que no podemos ni debemos escapar, somos seres humanos todos y tenemos que comportarnos como tales. No como máquinas consumistas, capitalistas y sin valores. Os invito, si de alguna forma esto que habéis leído os ha conmovido, a llevarlo a vuestras vidas. Es mucho más fácil de lo que parece y no requiere demasiado esfuerzo. Sólo es necesario analizar el mundo en el que vivimos, pensar si necesitamos verdaderamente todo lo que tenemos y si nuestra forma de vivir es justa con el resto. Os aseguro que no puedo estar viendo a niños jugar en la basura, felices, y llegar aquí y gastarme 200 euros en ropa, por ejemplo.
Tampoco quiero dar lecciones de moral, no lo pretendo pero resulta que esto es lo que viví en una parte importante de mi viaje, y no puedo quedarme impasible, y además resulta que entre otras cosas hago este tipo de viajes para eso, para que modifique cosas en mí. Reconozco que yo no creo mucho en la política, ni en la solución de estos problemas por parte de los estados. Si esto tiene alguna solución, que lo dudo porque pobreza, precariedad y desigualdad ha habido desde que el hombre es hombre, pasa porque los cambios surjan desde el interior de cada uno de nosotros. Y os lo dice uno que en breve empezará a comprarse un piso, pero no me malinterpretéis. Si queremos un mundo justo y lo más igualitario posible debe empezar por nosotros, no por nuestros estados y empresas, ellas vendrán detrás. Por la educación que damos a nuestros hijos, porque le enseñemos a valorar las cosas que tenemos, por no crear niños caprichosos, porque demos a nuestros niños lo que más necesitan: cariño. Lo demás no es lo importante, lo triste es cuando utilizamos eso para calmar nuestro sentimiento de culpabilidad por no darle lo que ellos necesitan: cariño. Creamos por tanto monstruitos consumistas que van a volver a repetir el modelo consumista que tanto daño hace en el mundo y que tanta desigualdad genera, que es nada más y nada menos que lo que yo he visto y vivido en los últimos días. Tenemos un mundo desigual y con la riqueza injustamente repartida. Lo bueno es que a nosotros no nos tocó vivir allá sino aquí, y debemos valorarlo verdaderamente, no asintiendo con la cabeza al leer esto, por ejemplo, sino con hechos. Pero bueno, eso es algo personal, y yo me meto en lo mío, no pretendo decirle a nadie como debe vivir su vida, pero eso sí, aprovecho que estás leyendo mi blog ahora mismo, no otro.
Os comentaba que me sentía raro al escribir desde casa, cuesta trabajo desconectar de la experiencia tan rápidamente. Hace sólo unos pocos días escribía entradas desde los lugares más extraños del mundo. Apartados, perdidos, con ordenadores de manivela, a 25 céntimos la hora, aunque no todos, ni mucho menos eran así. Ahora me siento muy raro. Ya me pasó el año pasado aunque sé que en unos pocos días algunas de las emociones más intensas que siento en estos momentos irán diluyéndose sin más. Pero lo importante quedará, no lo dudéis.
Estoy cansado, mucho, físicamente por lo menos. Ahora necesito descansar, estar con la familia, ver a los amigos/as, reírme mucho, que se me quite la cara de asco que traigo, y espero que entendáis a qué se refiero esto, hacerme a la idea de que antes de que me dé cuenta volveré a trabajar, y no es que no quiera, pero al irme el mismo día que acabamos en el cole, tengo una sensación aquí de que acaban de empezar las vacaciones, y llevan más de un mes. Necesito recuperar algo de peso, poner mi muela al día, tomarme alguna que otra “cervesita”, a vuestra salud claro, y tengo ganas de hacer algo de deporte.

En una de las anteriores entradas me preguntaban mis planes futuros. La verdad es que no tengo claro lo que va a pasar el año que viene. Estoy pensando las posibles opciones; una de ellas es volver a hacer un voluntariado pero en un lugar fijo, que podría ser África puesto que me llama la atención desde hace tiempo aunque allí la lengua no ayuda tanto como en Latinoamérica. Otras podía ser repetir lo de los dos últimos años y visitar de nuevo a los voluntarios del año que viene. Eso requeriría viajar en cantidad, aunque quizá lo de este año ha sido excesivo para mi culo y su raya. Tendría que pensarlo.
Otra opción es no hacer nada de voluntariado y hacer otras cosas, tipo repetir Camino de Santiago, Transpirenaica, Selva Negra, Escocia en bicicleta, Recorrer Chile de Sur a Norte… algunas cosas que tengo pendientes desde hace tiempo.
Y otra opción sería quedarme en casa e ir a la playa de vez en cuando, y cosas así. Esta opción de momento tiene pocas probabilidades, pero…
Lo que si tengo claro es que no me voy a ir vivir a la villa, ni me he echado novia allá, ni… cosas así que han pensando y algunos me han dicho. Yo tengo mi vida aquí y muy feliz que soy, aunque la vida da muchas vueltas y nunca se sabe. Mater tranqui.

El año pasado resumía mi viaje en cuatro palabras y explicaba porqué. Libertad, sentirme vivo, alegría y coherencia. Este año podría decir exactamente lo mismo, nada cambió. Sólo que pude ver más realidades en Sudamérica, muy duras la mayoría y que he podido comprobar más ampliamente cómo se vive en estos países. Pero este año si querría incluir una palabra, que de alguna forma ha sido importante en la experiencia. Me refiero a la SOLEDAD. Los viajes que hago son muy interesantes, como todos podéis comprobar, pero tienen un precio. Y es el de la soledad, viajar sólo te hace conocerte mucho en determinadas situaciones, contar sólo contigo en la toma de decisiones o no poder desahogarte en ocasiones de la forma que te gustaría. Es duro y eso lo he notado este año. Hasta el punto de que la decisión de lo que haré el año que viene puede depender de si voy solo o acompañado. Es que soy consciente de que un viaje como el que he hecho este año o lo hago solo o no lo hago. En condiciones normales no se encuentra a nadie que tenga tanto tiempo, tantas ganas de viajar en malas condiciones, que estén dispuestos/as a tener como objetivo de viaje ver la pobreza, no tener comodidades, a veces todo lo contrario. Veo que a toda la gente le parece todo muy interesante, valoran lo que hago, algunos amigos me dicen que no serían capaces de irse sólo a los sitios que voy y meterme donde me meto. Todo esto provoca que viaje solo, a no ser que VOS esté interesado/a en venirse el año que viene conmigo. ¿Te animas? A mí personalmente me ayudaría a repetir de nuevo la experiencia. Sólo conozco a una persona que se vendría y no es para nada seguro. Venga, que se moje alguien!!!!
Pero bueno, como seguramente esto no ocurrirá comenzaré a pensar qué hacer para el mes de Noviembre. Ya os enteraréis, lo que está claro es que tengo que estar fuerte de mente para tomar la decisión y si esto no ocurre me quedo aquí y “san sacabó”.
Después de esta ida de perola me gustaría agradeceros a todos vuestra presencia en el blog, durante los más de 8000 km de autobús, con más de 20 enlaces, en cinco países, durante 36 días, con más de 5000 accesos este año, con 261 comentarios de 39 blogueros distintos, sin contar a los desconocidos anónimos, aunque a algunos los tengo localizados/as.
Quiero darle las GRACIAS personalmente a Carlos, Merchy, Elena hermana, Ali, Fernando M, Pirimo, Carmen Piriñaca. A mi hermano Andrés y a Rosita de Regina Mundi. A mi Elenita de Madrid, no sabes cuánto me gusta que andes conmigo por aquí. A Félix, tienes “to” el arte, tío. “Peazo” de cerveza nos vamos a tomar, te llamaré y hablamos de la maratón. A David y a Laura de mi facu. A Blanca, por estar metida como yo en fregaos que quitan mucho tiempo pero que necesitamos. Eres especial. A mi gente del cole, Conchi desde la distancia, por poco; a Chupito, ay,ay, tranqui que no lo digo; a Gema, me he hartado de reír contigo, qué bueno lo de tu churumbel, qué gracia. A Luisillo, a María Miranda, a Mori y Rocío (ya hablaremos nosotros), a José, ozú lo que te espera por delante, y a Pedro, ok, nos vemos en los bares, pero en cuál??? Y a ti, si a ti, Lourdes, por ser el alma de los comentaristas del blog, porque tus parrafadas, con mucho cariño, tienen mucho contenido, e iban dirigidos a todos, para todos.
A mi familia del cole, a Elenita, la “relajá”, a Enrique Guerrero, a Luis Guerrero, a Ester, a Cynthia, a Susana, a José Manuel, a Pepe Ruano, a Mary, a Blanquita, a Martita, a Tomás Ratón (me alegro mucho por ti, campeón),a Laura Román, a mi Mili y a María González.
Al autor/a d Xitiri de la Pampa, por el tiempo que emplea, por formarnos, por hacernos reir,…no diremos tu nombre para no cargarnos al personaje para otros años.
A TODOS, GRACIAS Y HASTA PRONTO. ESTOY YA CON VOS.

martes, 4 de agosto de 2009

De Montevideo a Buenos Aires...


Pues parece que se acabaron los viajes. Ya sólo me queda el final, el de avión. Durante estas cinco semanas he viajado en todo tipo de medios de transporte: avión, autobús, bicicleta, moto, furgoneta, coche, micro y sólo me quedaba uno por mar. En este caso no por mar sino por río. Esta foto que veis está hecha desde el ferry que une Colonia y Bs As que era el último desplazamiento que tenía que hacer para llegar a la última etapa de mi viaje. Veréis que no se ve tierra al fondo. Está hecha en dirección a Montevideo pero la anchura de la desembocadura es bestial, 200 km como os dije. Una maravilla...la verdad es que a medida que me acercaba al puerto de Bs As se me iban poniendo los pelos de punta. Es que sin muchas cosas las que viví en estas semanas. Algunas cosas me parece como si hubieran pasado meses. Como si las hubiera vivido hace mucho tiempo, y lo hice recién. Ay, ay, qué recuerdos.

Las últimas horas en Montevideo fueron intensas. Por un lado hubo despedida a Conchi en la parroquia, la cual se va a hinchar puesto que en estos días que le quedan le están preparando varias. La foto que adjunto pertenece al momento en el que el grupo de jóvenes del barrio con los que ha trabajado le entregaba un recuerdo hecho con fotos y texto. Muy emocionante el momento. No digo nada más, Conchi, que te me enfadas.

La verdad es que Montevideo ha dejado en mí una huella profunda. Me encanta el trabajo que hacen, la cantidad de proyectos que tienen en el barrio de Casabó y en el de Montserrat. Fábrica de reciclado de plástico cuyas trabajadoras son mujeres del barrio, proyecto Esquinas (este me encanta) en el que Conchi salía junto con otro hombre a las esquinas del barrio para entrar en contacto, en una primera fase, con los chavales que están todo el día allá apostados, sin hacer nada, bebiendo, y en ocasiones entrando en conflicto entre ellos. Tras entablar relación con ellos se pretende ir empujándoles a cursos y talleres de formación. Muchos de estos chicos tienen más de 20 años, están casados y con hijos (las familias acá tienen una cantidad de hijos brutal). Y no hacen nada durante todo el día, más que estar en la esquina.

Estos días he conocido realidades muy duras en Montevideo. La verdad es que no deja de ser más de lo mismo de lo que he estado viendo durante mi viaje, pero uno no se llega a acostumbrar (aunque esto lo matizaré en mi última entrada). El domingo me llevaron, a la Cantera del zorro. Si ya Punta de Sayago había sido fuerte y lo que viví allí también, lo de este barrio era de sobresaliente.
De sobresaliente de las condiciones en las que puede vivir el ser humano, de la miseria, la degradación, la basura y la putrefacción. Dios mio, qué fuerte.

No deja de ser un asentamiento como puede ser el vacie. Si es que esto es lo peor, que nosotros también los tenemos, pero este estaba tan lleno de basuras, porque la gente se dedica a eso, que sobrecoge ver cómo viven. No os podéis imaginar el olor tan nauseabundo que había en algunos lugares de la Cantera. Y te partía el alma ver a los niños, comidos de mierda, correr y jugar por allá tan felices. Si es que en esos momentos a uno NO se le pasa por la cabeza reflexionar sobre cómo vivimos y viven ellos, sino agachar la cabeza y callarte. Yo no sabía qué decir porque me daba la sensación de que dijera lo que dijera era para nada. Intentaba abrir bien los ojos e intentar hacer preguntas lo más inteligentes que podía. Os puedo asegurar que, por seguridad, las fotos que subo son light comparadas con las de algunos lugares por los que pasé, pero que me advirtieron que no hiciera fotos. Nos les gusta eso, y lo entiendo. No es turismo de la pobreza lo que pretendo. Es sólo por mí y para mí (y ahora para vos).
Me voy muy contento por los tres días que pasé en Montevideo, por ver a Conchi, por la experiencia de la radio, por la acogida que me dieron y por todas las cosas que he conocido, por muy fuerte que sean. Volveré.

Pero la vida sigue y ahora me encuentro en la villa. De nuevo en casa, mi segunda casa, la americana. Cuando llegué agarré un colectivo y me vine directo para acá. Lo único destacable fue que mi ferry llegó a una zona del puerto un poco más retirada, y aunque tenía instrucciones para llegar a retiro, parte más central y donde salía mi línea de colectivo, hubo un problemilla y no podía cogerlo. y la cosa era que llegué a Argentina sin pesos argentinos, moneda nacional, y como la terminal no tenía cajero estaba sin un duro...argentino, porque llevo encima soles peruanos, pesos bolivianos, pesos uruguayos, guaraníes paraguayos, dólares americanos y euros, cágate, pero no argentinos. Así que entró en juego de nuevo la suerte y usando herramientas un poco sucias conseguí salir de allá. Os cuento: Yo confiaba en que al llegar a la terminal hubiera cajero pero como no estaba seguro empecé por preguntarle a un hombre sentado cerca de mí en el ferry por el colectivo que debía tomar, cosa que yo ya sabía. Al decirle que iba a la villa 21 se extrañó y me preguntó que qué se me había perdido a mí por acá. Le pregunté a lo que venía y él comenzó a decirme que conocía esa villa por el padre Pepe que salió en todos los noticieros,... Así que el hombre, al enterarse de que no tenía plata, se ofreció a que me fuera de la terminal con él en su taxi y que me dejaba en un cajero en la ruta de mi bus a la villa. El hombre me decía que cómo iba a entrar yo solo en la villa tan cargado de mochilas. Me rio, es lo mismo que pensaría cualquiera de nosotros si un extranjero te dice que está buscando un bus que le lleve a las tres mil y que se mueve solo. Nos parece una locura. El único problema es que llegué ya entrando la noche y eso si empieza ser preocupante. Pero nada todo fue sin problemas.


Cuando llegué todo perfecto, todos preguntando por el viaje, estuvimos cerca de una hora viendo las fotos, en la cena nos hartamos de reír contando anécdotas, cada uno opinando, un gustazo. Vuelta a casa.
Una de las cosas sorprendentes fue encontrarme al Cuervo. Luis lo conocerá de nuestra primera experiencia. Él dormía con nosotros. Es un hombre adicto a la pasta base, que lleva tres años intentando dejarlo pero que sufre continuas recaídas. Es un hombre increíble, del que se aprende mucho. Me hice una foto con él, Luis, para que lo veas. Está mucho mejor, fíjate que parece mucho más joven. Cuando me vio dijo su frase típica: "Eyyy, capo" (ja,ja).
Ahora lleva tres meses sin consumir y está recluido en una granja que tiene el padre Pepe a las afueras de Bs As para chicos drogadictos. El Cuervo ha estado varias veces viviendo acá en la parroquia cuando se encontraba en procesos de desintoxicación. Ahora vino a hacer unos recados y está hasta hoy al mediodía. Estuvimos cerca de una hora hablando y nos podéis ni imaginar lo que me contó sobre el tema de la pasta base (Paco). Me contó cómo vivía en la calle, en qué condiciones, como se comporta tu cuerpo bajo la adicción, los códigos de la calle, estaba impresionado pero aprendiendo a lo bestia. Creo que nunca hablé, y sobre todo me hablaron, con un drogadicto de esta forma. Me hubiera encantado grabarla para que la escucharais. Un documental en directo.

domingo, 2 de agosto de 2009

Con prisas y a lo loco...


Pues si, familia. Tal y como comentas, Elenita, esa persona es Conchi, la que aparece mateando conmigo en la foto (sobre todo para aquellos que no la conozcáis). Es compañera nuestra en el colegio, y hermana teresiana claro.
La verdad es que está siendo un gran fin de fiesta el acabar en Montevideo, por la forma en el que trabajan acá, con una gran obra social en una realidad muy desfavorecida, como ya os contaré. Por el trato que estoy recibiendo, pero sobre todo por tener el gusto de poder compartir con Conchi sus últimos días en Montevideo, concretamente en el barrio de Casabó.
Conchi se va el sábado para España, y vuelve después de un año acá trabajando intensamente en el barrio. Por lo que he visto ha sido una experiencia increible para ella en todos los aspectos, y sólo hay que andar por la calle con ella para darse cuenta de que si a ella le duele irse de acá para los que deja atrás no va a ser fácil. La quieren muchísimo y se nota que está dejando huella, pero una huella honda, las que se dejan grabadas en el corazón. Ella me está enseñando el barrio de Casabó y alguno de las inmediaciones, junto con Eva, la voluntaria de Fundeo que anda por acá, y a la cual vine a visitar.

Me estoy quedando a dormir en casa del párroco del barrio, el padre Jorge, un hombre al que merece la pena conocer. Me gustan mucho sus formas y sus decisiones. La noche que llegué de Colonia de Sacramento fue muy gracioso, porque tras cenar me invitaron a entrar en el programa de radio que tiene el padre Jorge en una emisora que se llama Radio Oriental. En un principio pensé que era una emisora pequeña y dirigida al barrio, una emisora de fm. Tras pensármelo, porque me daba algo de vergüenza, decidí tirarme a la piscina, así que el padre, Conchi y yo nos fuimos a hacer el programa que de fm nada de nada. En Am y para todo el país. Así que tras unas secciones fijas que tenía el programa empezó a hacerme el padre una entrevista sobre mi viaje, mi trabajo en Fundeo y sobre el voluntariado en general. El programa duró dos horas, y se me pasaron volando, aunque tengo que reconocer que estaba bastante nervioso. Al final no me arrepiento para nada de la experiencia porque fue increible. Os subo una fotillo para que veáis que no me invento nada. Fijaros que hasta entró en antena un oyente que era español, de galicia, pero que era hermano de la hermandad del rocío de Pilas, y empezamos a hablar en antena de la semana santa de sevilla, del rocío, etc... yo flipaba, pensaba en Montevideo hablando en la radio sobre semana santa de sevilla, una locura.
El nombre de la entrada de hoy significa que no he podido conectarme estos días y el único pc con el que he dado es este y no tengo tiempo para escribir mucho. Además ahora me van a llevar a la Cantera del zorro, un asentamiento que al parecer es bastante fuerte como viven las personas. Ayer estuve en la punta del ... y la verdad es que ví escenas increibles de cómo puede vivir la gente. Increible. Ya os lo contaré con más detenimiento. Mañana salgo para Bs As y llegaré allí a la tarde noche, así que no podré conectarme hasta el martes a la mañana..Allí os escribiré con tranquilidad y os seguiré contando todo esto, y sobre todo enseñando fotos interesantes.
Besos y abrazos y nos os preocupéis que en breve os cuento mis planes futuros, les estoy dando vueltas.