domingo, 13 de julio de 2008

En la Villa no se para






Cuanto más lo veo más asombrado me quedo de la capacidad de la Parroquia de Caacupé de trabajar duro por el barrio. Esto implica que desde que llegué el jueves no he parado.
Este año estoy mucho más agusto con el trabajo que estoy realizando. No tengo una tarea fija ya que no voy a estar demasiado tiempo. Por esta razón estoy para lo que vaya saliendo y siendo necesario en cada momento, y como he dicho anteriormente es muchísimo. Pero esto me gusta porque me permite estar en mil sitios, recorrerme la villa y sus recovecos, y conocer a mucha gente.
La primera foto que veis es de un pasillo del núcleo de Zavaleta. Una de las zonas más deprimidas de la Villa. Lo que muestra la foto en primera instancia pintada de azul es la capilla de ese sector. Como véis grandes instalaciones. Es humilde pero muy efectiva porque moviliza a mucha gente y hace una gran acción en esta parte del barrio tan degradada. Os pongo esta foto porque en ella estuve trabajando las dos últimas tardes. Me lo pasé muy bien trabajando con chavales del barrio preparando una gran fiesta que tenemos esta tarde. Corrió el mate y eso me encanta.





Estos días está haciendo un tiempo cojonudo. Nada que ver con el del año pasado. Las temperaturas son bastante altas, una mínima de 13 o 14. Impresionante. Durante el día se puede estar casi en mangas cortas. esto ayuda mucho a la hora de ducharse porque no se hace tan suplicio. También se suda más por lo que se hace necesario ducharse todos los días, pero como decía es más llevadero.

También llueve de vez en cuando por lo que las calles de la villa, como en esta foto que muestro, están embarradas siempre, y se hace más complicado andar. Lo que dificulta mi caminar, que debería ser en las superficies más planas posibles (ja,ja,ja aquí plano nada).



He subido también una foto de uno de los apoyos escolares que estoy haciendo.Este es en la capilla de Tierra Amarilla. En estas tres horas que estamos con los niños hacemos deberes con ellos, leemos y a la mitad del tiempo les servimos la merienda: mate cocido (infusión de mate) y galletas o pan, según haya o no donaciones.
Son niños muy agradecidos y cariñosos. Aunque reconozco que son pequeños y a veces me dan ganas de chocarme la cabeza. Los niños tan pequeños no son lo mio en lo educativo. Pero bueno, siempre se aprende.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

me alegro un monton que lo estes disfrutando, tanto,que tu espectativas sean asombrosas,se te le feliz y contento eso es muy bueno,aunque el camino se te haga duro al final merece la pena,pues todo lo que nos cuentas es increible,pues solo me queda de cirte que sigas conociendo gente y quie sigas dando todo lo mejor de ti como siempre sueles hacer,y las costumbres y sus formas de vivir se a prende muchas cosas y valorar otras muchas, que te voy adecir yo que tu no sepas, puesto que lo estas viviendo en primera persona,en efin xico cuidate mucho y sobre todo pasatelo bien y disfruta,chao

Anónimo dijo...

Pues que espero que sigas ayudando con tus conocimientos, y lo mas importante tambien, aprendiendo de ellos, pues con personas de otras culturas lo que hace uno es enriquecerse aun mas.
Cuentame como te va el trabajo en la villa y asi todos nos enriquecemos de ello.

Un abrazo shulo!!!!!!!!!!!!